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Algunas botellas de vino necesitan permanacer abiertas cierto tiempo antes de consumirse para que se “aireen”. A este periodo de tiempo se le denomina “oxigenación”, seguro que en más de una ocasión habéis visto a alguna persona mover el vino en la copa antes de beberlo. Este movimiento no se hace para quedar bien y parecer un entendido, es para airearlo y se nota bastante la diferencia en el sabor si se hace. No obstante, lo ideal es descorchar la botella con antelación para que dicha oxigenación se produzca de forma natural y no parecer un listillo. Si por motivos de tiempo no hemos podido hacerlo podemos echar mano de unos instrumentos especiales para decantarlo: los aireadores.
Cuanto más tiempo haya pasado el vino almacenado desde su embotellado, más necesario es realizar dicha operación. Por ejemplo, un vino que ha permanecido mucho tiempo embotellado tras su crianza apenas ha tenido contacto con el aire, ya que el vidrio de la botella impide el intercambio gaseoso y sus aromas van a quedar “encerrados”. Al abrir la botella el contacto con el aire se abre, pero será preciso un tiempo para que respire lo suficiente.
Para ello se suelen usar los decantadores, los decantadores nos permiten realizar tres operaciones distintas a tener en cuenta: jarrear, oxigenar o decantar el vino. Al jarrear oxigenamos el vino rápidamente, ya que el caldo en cuestión se supone que tiene unas cualidades aromáticas escasas (vamos, que no hay que tomarse muchas molestias). Suelen ser vinos jóvenes que conviene suavizar mediante el jarreo para despertar sus aromas. La operación de airear se realiza con la finalidad de sacar del vino los aromas cerrados poco agradables denominados “de reducción”, como indicábamos antes, airearemos vinos que han permanecido un periodo de tiempo prolongado de crianza. Por último, en el decantado lo que se busca es separar los sedimentos y posos que pueda albergar el vino. Se trata de una operación que se debe realizar suave y lentamente ya que hablamos de vino viejos.
Ahora bien, si quieres evitar el uso del decantador la otra alternativa posible es usar un aireador. Estos objetos, similares a un embudo se sitúan en la boca de la botella y nos van a permitir el consumo del vino sin las esperas que producen el método de decantado. Esto nos permite disfrutar de un vino en condiciones en cuestión de segundos.
Como puedes imaginar, se trata de un artilugio imprescindible para todo buen amante del vino y sus precios son de risa, no merece la pena sufrir esperas o consumir un vino sin oxigenar teniendo en cuenta los 4€ que nos va a costar este aireador de vinos Ankway en Amazon su aplicamos el código descuento JPGY38IU antes de finalizar la compra.
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